Como ayer nos dejamos por ver la playa de Melanes decidimos que éste sea nuestro primer destino, a ver si podemos ver alguna foca.
El trayecto es por una pista forestal en buen estado. La pista primero asciende y luego baja hasta la playa, como todo aquí en los fiordos. Las vistas son espectaculares.
Al llegar a la playa nos llama la atención que hay al menos 500 m. de arena antes de que llegue el rompiente del agua. Focas, ninguna.
De vuelta al alojamiento, pasamos de largo y emprendemos nuestra ruta en dirección a la cascada de Dyjandi, una de las más espectaculares de Islandia.
Tiene 7 saltos y una altura total de 100 m. Es una "cola de caballo". La carretera de acceso de repente se convierte en una pista en obras y no hay ningún otro acceso. Circulan mayoritariamente 4x4, pero también turismos y camiones, a una velocidad...!!! No nos encontramos con mucha gente y tenemos miedo de pasarnos el acceso, porque ni siquiera google lo localiza, pero de repente vemos a mucha gente aparcada. Han llegado por el otro lado del fiordo.
Al aparcar el coche ya vemos la cascada y aunque en la guía pone que el recorrido es de 25 minutos caminando nos parece que está ahí al lado, pero cuando nos fijamos bien, las personas se ven como hormiguitas. La verdad es que es majestuosa, realmente impresionante. Al llegar, además hace sol y salimos directas hacia la cascada. A nuestro alrededor todo el mundo tiene cara de felicidad, porque es realmente emocionante.
Al bajar, comemos. Pasamos frío porque empieza a soplar viento y el cielo se nubla, aquí el tiempo es muy cambiante, pero no importa, no hay nada que puedo estropear este momento.
Continuamos por la pista y comenzamos a bajar por entre palas de nieve, riachuelos, montañas escarpadas, praderas...
Alllegar a Þingeyri por fín cogemos la carretera! y nos vamos a un pequeño jardín botánico en Vestfirðir, allí nos llama la atención un arco hecho con huesos de ballena. Hay flores de diferentes especies. Se encuentra en el fiordo de Dýrafjörður. Parece que los abetos tienen alguna enfermedad, la mayoría de ellos están secos por el centro.
Seguimos hacia el norte, dirección SIMA HOSTEL, en otro fiordo. Está en el pueblo de Flateyri. Es un pueblo pesquero encantador. Se le ve cuidado y está rodeado de altas montañas. El alojamiento es una casa completa con 4 habitaciones, bien equipada y con 2 baños. Todo está muy limpio. Estamos en el paralelo 66, a tiro de piedra de Groenlandia.
Salimos a dar un paseo y decidimos que hoy cenamos fuera, en una taberna islandesa con un ambiente muy agradable. La comida, a base de bacalao. Probamos diferentes platos y postres.
